En muchas ocasiones, las soluciones más simples son las que proporcionan mayores beneficios. El ajuste de los horarios de las empresas puede aplicarse a la sostenibilidad en el transporte, consiguiendo que los trabajadores tengan que realizar un menor número de desplazamientos domicilio-trabajo a lo largo del día. A continuación se dan algunas de las claves para que, con simples modificaciones de la jornada laboral, se obtengan beneficios inmediatos para las empresas, los trabajadores y el entorno. Los documentos que se mencionan en la presente entrada están disponibles en la sección "Descargas".
Flexibilidad horaria. Determinadas empresas ofrecen a sus empleados flexibilidad horaria, esto es, un intervalo de tiempo en el que los empleados pueden realizar la entrada a sus puestos de trabajo. Si bien esto no reduce el número de desplazamientos, sí que alivia las horas de mayor congestión, ya que las llegadas y salidas se reparten en el tiempo. Esto es de especial interés en centros de trabajo con un gran número de trabajadores, donde la hora de entrada y salida es la misma para todos.
Semana laboral comprimida. Consiste en realizar el mismo número de horas semanales pero en menor número de jornadas, por ejemplo, en 4 jornadas de 10 horas en lugar de 5 jornadas de 8 horas. Esta práctica está extendida para determinados trabajos en zonas del norte de Europa, y ahorra de 2 a 4 desplazamientos semanales por trabajador.
Jornada continua. La jornada continua permite realizar las mismas horas de trabajo diarias pero en un solo turno. Ahorra hasta 14 desplazamientos semanales por trabajador en comparación con la jornada partida, al no haber viajes a la hora del almuerzo.
Comedores de empresa. Implantar comedores de empresa, salas equipadas para que los trabajadores puedan utilizarlas para comer en ellas, no influye directamente el el horario. Sin embargo, puede reducirse el descanso de la hora de comer y evitar hasta 14 desplazamientos semanales por trabajador en comparación con la jornada partida.
Teletrabajo. La opción ideal, ya que reduce hasta el mínimo los desplazamientos por razones laborales. Muy pocas empresas españolas están dispuestas a adoptarlo. Según Rocío Sánchez Mangas (Universidad Autónoma de Madrid), en su trabajo Productividad y nuevas formas de organización del trabajo en la sociedad de la información (2005) , sólo el 4,9% de los trabajadores españoles lo hace desde sus casas. Sin embargo, según en SIBIS Pocket Book (Statistical Indicators Benchmarking the Information Society), la media de la Europa de los 15 es del 13%. En Estados Unidos y países del norte de Europa este porcentaje sube hasta porcentajes superiores al 20%.
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