jueves, 26 de mayo de 2011

Transporte público a demanda


El servicio de transporte público a demanda no es nuevo; de hecho, tiene unos orígenes que se remontan a los años 70 cuando el MIT realizó los primeros estudios de viabilidad de estos sistemas y su aplicación junto con TICs. Sin embargo, es ahora cuando empieza a sonar con fuerza. Básicamente consiste en un servicio de transporte público con las mismas características que uno convencional:  realización de rutas  periódicas fijas con paradas fijas dentro de un área geográfica concreta, pero que sólo funciona cuando hay demanda por parte de los usuarios. Es decir, existe una intercomunicación usuario-transporte público por medio de las tecnologías de la información (llamada teléfonica, internet, sms...) que permite que, en momentos en los que nadie requiere el servicio, los vehículos no circulen vacíos. De esta manera, este sistema permite importantes ahorros respecto a uno convencional, en cuanto a combustible, tiempo y recursos humanos.


Por sus características, parece obvio que este sistema le va como anillo al dedo a los núcleos poblacionales pequeños y/o aislados que no aglutinan la demanda suficiente como para poner en servicio una línea de autobús, tren o cualquier otro sistema de transporte público con la frecuencia deseada, y en los que sus habitantes se ven obligados a recurrir a sus propios vehículos privados constantemente para cualquier desplazamiento. Y es así, pero, sorprendentemente, también existen experiencias en ciudades como Madrid.

En función de la caracterización de los núcleos y el número de personas que se espere que utilicen el servicio, el transporte puede realizarse con taxis a demanda, microbuses a demanda, autobuses a demanda o cualquier medio con la capacidad suficiente para satisfacer a los habitantes de la zona. La integración de las TICs en este tipo de servicio, permite al conductor del vehículo conocer en tiempo real los puntos de demanda, lo que determina qué paradas tiene que hacer y cuáles no. Por tanto, al ahorro de combustible y de recursos humanos se le añade una nueva ventaja: el ahorro de tiempo para el usuario.

El sistema de autobús a la demanda no sólo supone un ahorro para el usuario (se tiene algo similar a un taxi al precio de un viaje en autobús) sino que supone un claro ahorro para las administraciones. El coste de las líneas tradicionales de autobús es muy elevado, y en poblaciones dispersas presenta un alto grado de ineficiencia, con servicios poco atractivos debido a que la escasez de demanda provoca frecuencias insuficientes.

Experiencias en España

En Tenerife existe una experiencia en marcha desde 2009, con cuatro líneas en el municipio de Candelaria. Es un modelo mixto, con ruta y frecuencia fija, pero con reserva de plaza a la demanda. Se hacen unos 50.000 viajeros/año, con unos 35.000 km/año. La flota cuenta con 12 taxis  de 7 plazas y adaptados a personas de movilidad reducida. Para hacerlo atractivo, se bonifica la tarifa de modo que cuesta igual que un viaje interurbano de similar extensión en autobús (1 € con bono y 1,30€ en efectivo). Además, se bonifica el trasbordo con la red interurbana y se le aplican las políticas sociales (gratuidad para disapacitados, jubilados, etc). El coste para las AAPP compensa claramente, unos 60.000 €/año, frente a los 300.000 que costaría una red equivalente en el modelo tradicional de concurso de bus. Las claves de su éxito son: fomentar el intercambio modal con el resto de la red de transporte público y subvencionar sólo la bonificación al usuario, no la explotación del operador ypara ello lo mejor es hacerlo con los taxis. Además, los Aytos adoran no tener adjudicatarios y su personal con futuras reivindicaciones. La iniciativa es posible gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de Candelaria, la Asociación Profesional de Taxistas de Candelaria y el Cabildo de Tenerife quiénes conjuntamente han apoyado el proyecto, junto con la Fundación ONCE y el IMSERSO.

En Guipúzcoa, en el municipio de Aia, se puso en marcha en 2008 un servicio de autobús a la demanda que realizaba 5 rutas con un microbús de 22 plazas por los diferentes barrios del municipio y mejorando las comunicaciones con Zarautz y Orio. El servicio se llamó Landabus y los usuarios podían solicitarlo siempre que llamasen o enviasen un sms con 30 minutos de antelación al inicio de la ruta. En cuatro meses se cuatriplicaron los usuarios desde 500 a 2000 personas al mes. El responsable del servicio fue el Ayuntamiento de Aia, pero también participaron en este proyecto la Diputación Foral de Gipuzkoa y la Agencia de Desarrollo Rural de Urola Kosta, Urkomo, especialmente en lo relativo a la financiación. Según el acuerdo de colaboración aprobado, el presupuesto de la iniciativa Landabus ascendió a 433.315 euros, iva incluido. La institución foral aportó 249.146 euros (57,5%), la asociación de desarrollo rural, Urkome, 125.661 euros (29%), el ayuntamiento de Aia 32.498 euros (7,5%) y los 26.000 euros restantes, (6%) se obtuvieron de los ingresos generados por los usuarios de Landabus.

En Castilla y León, se ha puesto en marcha el Centro Virtual de Transporte a la Demanda, con la intención de atender a pequeños núcleos poblacionales en los que, por sus características, no es rentable o viable la implantación de un servicio de transporte público convencional. Este proyecto nace con la filosofía de atender a "todos los asentamientos importantes", entendiendo como tales aquellos de cuatro o cinco personas en adelante. Se basa en la existencia de una Central de Control desde donde se recongen las reservas de los usuarios y se organizan las rutas, una serie de equipos en los autobuses que permiten a la Central conocer, entre otras cosas, la posición del vehículo en cada momento y una serie de Terminales de Información al Usuario, que permite al usuario conocer el tiempo hasta la llegada del vehículo, las plazas libres y las incidencias en ruta. El servicio de transporte a la demanda se está implantando en las nueve provincias de Castilla y León dando servicio a 102 zonas distintas, a 3.470 entidades de población, de las que 1.416 carecían de servicio anteriormente, y que cuenta ya con más de un millón de usuarios. Además, este servicio tiene en marcha 789 rutas, en las 9 provincias de Castilla y León, con una inversión superior a 17,4 millones de euros por parte de la Consejería de Fomento. Este mismo año se ha puesto en marcha 17 rutas que beneficiarán a casi 2000 vecinos de la zona de Babia, dando servicio a 3 municipios y 36 núcleos de población de los que 18 carecían de servicio anteriormente. De los 360 vehículos que realizan el Transporte a la Demanda, el 62% son microbuses, un 9% taxis rurales (de 8 ó 9 plazas) y un 29% autobuses convencionales lo que también repercute en ahorro energético y consumo de combustible.

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